XLII. Capítulo: "Nuevo gobernador"

Tamaghnus, Spircinium y Flavius se encontraban en mal momento, ya que todos los senadores y Cristian los habían rodeado, no tuvieron mas remedio que correr, salieron del edificio corriendo y por detrás todos los senadores y unos soldados. La gente que estaba afuera se quedó parada mirando la escena, las patos de una señora se escaparon asustados. Despistaron a los senadores, metiendose en un callejón donde se encontraba la casa de Elvira y Aurora.

-Espera...¿no se nos olvida algo?-preguntó asustado Flavius.

-¡¡¡ Uaah ,se nos ha olvidado Mari !!!-gritó Tamaghnus preocupado.

-Bah... no pasa nada, se las arreglará.- dijo Spircinium tranquilamente.

-¡¡¡Idiota, no puede hacer nada sola, estaba paralizada!!!-gritó Tamaghnus pegandole una tobita a Spircinium.

-Venga, venga, no hay tiempo, dejaros de chorradas , los soldados y los senadores han rodeado el edificio, necesitamos ayuda. -dijo seriamente Flavius.

Entraron a la casa de Aurora y Elvira, Spircinium fue felizmente a donde su novia como un corderito, pero entonces su padre le cogió de la oreja y le arrastró hasta donde Aurora, diciendole:

-¡Ahora no hay tiempo de chorradas!

En la nación del fuego era considerado tonto ver personas enamoradas en público ,algo extraño ( ._. )

-Buenas tardes señorita Aurora.-le dijo Flavius.-He oído que es usted una de las personas que mejor entrena en este reino.

-Gracias, me alegra oír eso ¿quién es usted? Nunca le he visto por aquí. 

-¡AURORAAAAAAAA! -interrumpió Spircinium.- ¡Necesitamos tu ayuda y la de tus soldados! 

-¡Comportate idiota!-le pegó Tamaghnus.

-¿Qué sucede?-preguntó Elvira.

-Son guapas, eeeh... -le susurró Spircinium a Flavius.-¡PERO ESTAN TODAS PEDIDAS!-gritó Spircinium.

-No viene al tema.-dijó Flavius.-Aurora, necesitamos tu ayuda, los senadores quieren escoger un nuevo gobernador porque han sido sobornados.

-Podéis contar con mi ayuda.-respondió Aurora decidida.

Salieron todos juntos, pero Elvira y Spircinium se quedaron.

-Id vosotros, ya os alcanzaré.-dijo Spircinium.

Ya que Spircinium no les serviría de nada le dejaron allí, enseguida se fueron en busca de los soldados.

-Bien, contamos con 11.000 soldados, en el otro bando tienen... 200.000...