Habitantes de los reinos

miércoles, 12 de noviembre de 2014

XXXVIII.Capítulo:"La otra frontera"

El diario de Eriel y Mari: 

Nuestra vida esta dividida en dos partes, en una seguimos una vida cotidiana del siglo XXI. aunque,un poco diferente a lo normal, nuestra madre adoptiva Clara, ella nos cuida, nosotras vamos al instituto, hacemos amistades, tenemos algunos problemas, pasan los días volando. Eriel y yo vamos a diferentes cursos, pero eso no nos separa.Tenemos diferentes gustos, pero al fin y al cabo esas diferencias son muy parecidas.

La otra vida es muy diferente, somos poderosas y a la vez no, hay fantasía y no la hay, hay vida y muerte, pero entre todo ese color negro y blanco existen varios tonos grises. Eriel y yo tenemos una poderosa armada, pero todos mis senadores se han enfadado conmigo, hay gente que puede ser tu amiga y enemiga.¿Por qué se han enfadado? le devolví a Tamara su pequeña nación y a su gente. Nación menos un trozo de ella, iguala menos territorio. No se que quieren hacer conmigo, corren rumores de que quieren echarme del trono o matarme. Debo hacer algo, me propuse conquistar territorios inexplorados. En cada nación , hay habitantes, pero lejos de ella hay mucho sin conocer.¿Quién estará detrás de aquellos cientos de bosques y rocosas montañas? Tamaghnus se presentó en una de las habitaciones del palacio, desplegó un mapa en la mesa. Indicó con una daga donde estábamos nosotros y hacia donde debíamos partir, comentó que las tierras de Tamara estaban mas cerca y que podíamos ir a conquistarlas otra vez, pero hice una promesa y rechacé, aunque debíamos estar al acecho, porque Tamara estaba reuniendo fuerzas , sabe de sobra que tenemos muchas riquezas. Envié 4800 legionarios con sus respectivos centuriones. Un general se encargaría de guiarlos , ese sería Flavius Adeodatus. Tiene veinticinco años, era bastante serio, partió a las tierras de Tamara, Tamaghnus le acompañó. Me enviaron una carta , en la que decía que por el camino una tribu los atacó, por suerte salieron adelante, todo legionario debe llevar un escudo, dos espadas , una armadura, lanzas, agua ,hachas...tienen que saber leer y escribir, para recibir ordenes escritas de su centurión, no solo eran guerreros , también constructores. Si querían construir una fortaleza debían construirla ellos mismos. En nueve días llegaron a la frontera enemiga, se colocaron allí y empezaron a construir, en unas cuantas horas además de haber arrasado todo un bosque( por lo que Eriel luego me reñía) era increible lo rápido que llegaban a constuir una fortaleza, por lo que me contaban Flavius Adeodatus y Tamaghnus mediante sus cartas , a veces, las tropas de Tamara atacaban ,porque querían nuestras riquezas. Como me describían , ellos atacaban sin piedad y sin organizar, nosotros actuabamos como un solo cuerpo.

Tener dos vidas era un problema, no se pueden hacer tantas cosas a la vez, si partía a conquistar esas tierras desconocidas , me llevaría días, meses y quizá años ¿mis estudios? ¿qué pasaría con aquello? Debíamos tener muchas cosas en cuenta, debía escoger entre el favor del pueblo o mis estudios, me costó¿cuánto tiempo se tardaba en cruzar el mar y las tierras?¿mantendría con vida a mis soldados?¿cómo nos recibirían alli?

Todo sucedió después de haber estado en la casa encantada, era un viernes ,Eriel y yo salimos da las clases y nos dirigimos hacia nuestra casa ,tenía montones de cosas en mi mente,al pasar por una carretera se nos paró un coche, yo salí corriendo pero Eriel me cogió de un brazo.

-¡Qué es la madre de Dan, idiota!- me gritó Eriel.

En la parte delantera estaba la madre de Dan y en la trasera Dan, nos propuso llevarnos a casa, a nosotras no nos apetecía andar. Pero a la madre de Dan se le ocurrió que nos quedasemos en su casa a comer, yo no fui. Clara preguntó por Eriel , pero yo tenía demasiada prisa, tenía una reunión con el  senado. Pasando la puerta que separaba nuestro planeta con el otro mundo llege a un camino ,en el había un carro tirado por cuatro caballos , una cuadriga. Me monté en el carro y fui al palacio, allí estaba Spircinium y unos cuantos legionarios mas.

-Flavius Adeodatus a mandado construir un muro de piedra, estan construyendolo, todavía no han terminado, este es el plano.- dijo Spircinium desplegando el plano.

-Y que sucede con las otras tierras¿las del sur?

-Todavía no hemos echo nada.

-Yo tengo cosas importantes que hacer,no podré ir muy lejos¿podrías tu guiar las tropas?

Spircinium estaba nervioso, tragó saliva, no sabía que decir, no le hacía mucha gracia la guerra, conquistas...su padre nunca estaba digno de el ,Spircinum era bastante cobarde, pero era pacifista, tenía suficiente con que su padre le hubiese obligado a ser guardia. Dice que a veces le gustaría escaparse a las tierras de Tamara, a vivir una vida tranquila, formar una familia, cuidar de ella y si fuese necesario proteger su tierra. Al final, aceptó. Espero que todo vaya bien, ahora me voy a estudiar y hacer los deberes.

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