XXXV.Capítulo:"Somos atacados"

Cuando se terminó la fiesta volví a mis tierras, allí me esperaban Tamaghnus y Spircinium exhaustos.

-Mari, Mari...dijerón corriendo con sus ultimas fuerzas.-¡Nos atacan unos barbaros, son mas de mil y vienen enfurecidos!

-¡¡¡Pues enviad una marcha a por ellos!!!

Fuimos directamente al campamento, allí estaban todos los soldados hablando y pasando el rato, pero su felicidad no duró mucho.Me monté en una biga con dos caballos y fuimos todos directamente hacía el objetivo.

Había un grupo de muchedumbre enfurezida, pero poco a poco fueron haciendo un pasillo entre ellos para dejar pasar a alguien, entre ellos apareció una chica, con el pelo corto oscuro con una mirada de enfado, era Tamara, pensé que la había quemado.

-Me vengaré por lo que hicistes, tu y tu nación sufriréis las consecuencias.-dijo ella.-¿¡Verdad!?-exclamó dirijiendose a todos sus guerreros.

Ellos no hacían mas que gritar.

-¿Qué es lo que quieres?¿algo en especial?-comenté.

-Quiero verte sufrir, te torturaré lentamente como tu lo hicistes a mí.Destruiré todo lo que te rodea y será mío.-dijo ella.

En ese momento me quedé mas blanca de lo que ya era.

-¡¡¡Corre, cubrete ,uye ,ponte a salvo, que la llama no desaparezca, debes cubrirte, dejanos esto a nosotros!!!-dijo Tamaghnus.

Fui corriendo a mi palacio ,allí estaba el del legato, me dijo que los guerreros de Tamara estaban escalando las murallas, necesitabamos ayuda, envié unos mensajeros al reino de Eriel, en cuanto le dieron la noticia de la guerra, envió a sus soldados para que nos ayudasen, de mientrás, mandé a la infantería ausiliar para que fuese a ayudar a los heridos.