XXXIV.Capítulo:"Tulipán".

 Habíamos llegado unos cuantos días tarde a las clases, teníamos mucho que aprender de nuestras tierras. Penélope tenía demasiada curiosidad, puesto que se aburría mucho en el mar.

-Penélope.-fue pasando la lista la profesora de ciencias naturales.

-Aquí.-dijo ella levantando la mano.

-¿Alguién sabe donde están Eriel y Mari?...lleván mas de una semana sin venir, el profesor de la otra clase se está preocupando por Eriel.-preguntó la profesora.

Pénelope empezó a hablar nerviosa:
 -Emmm...e...estan....en....¡enfermas!...tienen....la...gripe...conta...¡contagiosa!...y no volverán...emmm...hasta dentro de dos...-antes de terminar su frase, tocaron la puerta.

-Hola.-entré tranquilamente.

De mientrás Eriel llamó a la puerta de su clase.

-Hola.-entró Eriel.

Nadie se esperaba que entrasemos a las 10:30 de la mañana.

-¿Dónde estabas?-preguntó el profesor de Eriel.

-Emmm...en...Noruega.-respondió Eriel nerviosa.

La profesora de mi clase me preguntó haber donde estaba, yo le respondí que fuimos a Japón.Eriel y yo habiamos contado historias diferentes, pero todo el mundo notaba la mentira en nuestras caras. Hibamos un poco atrasadas por los deberes, pero nos pusimos al corriente rapidamente.Cuando terminaron las clases , la gente no nos dejaba en paz. Pero hicimos caso omiso y nos fuimos a nuestra casa. Sebastián nos había modernizado toda la casa, nos puso un telefono, una tele de plasma, un ordenador y mas cosas.*llamaron a la puerta*

-Jummmp...voy a ver quien es...espero que no sea Dan.-dijo Clara mirando a Eriel con su mirada perforante.

Abrió la puerta y se encontraba Escorpión con Dan vestidos de blanco con un cinturón negro, parecían unos luchadores de karate.

Resulta que era el primer cumpleaños de Tulipán, era la bebé que encontramos, resulta que nuestros soldados ,después de largos meses de busqueda, resultó que su mujer,una elfa de cabellos rojizos estaba en mi prisión, en cuando Escorpión me miró con mirada asesina me puse mas blanca de lo que era. Todo acabó bien, nos invitaron a la fiesta de Tulipán, comimos frutas y verduras (¡MENTIRA!)comimos galletas y pasteles. Conocimos la historia llena de persecuciones de la mujer de Escorpión. Los padres de la elfa, le regalaron un perro, con el que Eriel no dejaba de jugar. Otros invitados les regalaron cosas para Tulipán, cosas para la mujer y también para Escorpión. Yo mismamente, le propuse hacerle un muro de piedra(yo no, mis obreros), por si entrasen intrusos en su casa.