XXV.Capítulo: "El sacrificio 2ª parte"

Cuando vi ese bebé lo cogí de un pié y lo deje boca arriba,Eriel gritó:

-¡No le hagas eso,es un ser humano como nosotras!

Lo llevamos al reino de Eriel,los elfos le cosieron una tela, Escorpión se sentía muy nervioso a si que fue corriendo al río y desapareció.Le enseñamos el bebé a Clara,ella le destapó la tela de la cabeza para ver sus orejas...¡Era un elfo!

-Para que no haya problemas se lo doy a los leones.-intervine con mis locuras.

-¡Loooooca,mírale a sus ojitos y dime que no es una preciosidad!-exclamó Eriel.

-No...

-Da lo mismo.-dijo.-Marc,vigila a Mari para que no haga ninguna locura.-susurró.

-Claro majestad¿sabe donde se encuéntra Escorpión?

Llevaba horas sin estar cerca del castillo de Eriel,fuimos en busca de él,estaba al costado de un río y estaba bastante alterado.

-Escorpión¿se puede saber que te pasa?-exclamé.

-Ese bebé no os lo podéis quedar,porque es mío.

-¿Y quien es tu mujer?-preguntó Eriel.

-Una elfa,no se donde estará ella.-empezó a llorar.

Llegamos a un acuerdo,las tropas de Eriel,es decir,elfos,los soldados de Penélope y los legionarios de Mari,irían en busca de la elfa.Aproximadamente eran 5000.De mientrás cuidarían del bebé.
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El próximo día....

Eriel,Penélope y yo, a consta de que no teníamos que ir al instituto,nos quedamos en nuestros reinos para ir a reuniones y otros actos.Ahora empiezo con mi día, estaba medio dormida en mi cama real,era blanca con cortinas de acabado dorado,la habitación en sí,era blanca, tenía suelos de mármol y estatuas de desconocidos. Quería despertarme,pero daba muchísima pereza,la cama era comodísima.Tamaghnus, mi despertar de las mañanas como siempre,entro bruscamente a mi habitación:

-¡Majestad,majestad,tenemos miles de tareas!


No me apetecía en absoluto levantarme,pero tuve que hacerlo.Me vestí con una túnica blanca con un cinturón dorado y como no,mi corona,para que sepan quien era la reina.

-Ponte cómodo.-hize sentar a Tamaghnus en una silla.-Cuenta Tamaghnus,cuenta...-dije bostezando.

-Vale,majestad,en primer lugar hoy es el sacrificio,debéis sacrificar una mascota para que se vuelva mas poderosa.

-No es problema,cogeré alguna vaca o oveja.-interrumpí.

-Majestad,esa mascota es muy querida,tu gato,Airam...-dijo triste.

Mari bajo la cabeza,lloró un poco y luego se le paso,sabiendo que aunque esa mascota no tuviese aspecto de un gato seguiría siendo el cariñoso felino por dentro.

-Pero sacrificar es muy duro...

-Majestad, o haces eso o no seras reina.

Asentí y nos fuimos a preparar para la ceremonia.Me vistieron con una túnica roja y unos pendientes enormes que me colgaban de las orejas¡como dolía!El sacrificio se realzaría en el reino de Eriel, Tamaghnus y Spircinium me acompañaron.Vi a Eriel llorando junto a Penélope,un señor con un pergamino empezó a hablar:

-Marie,diosa del fuego, de la reencarnación de las cenizas del Fenix,reina de las llamas,grandiosa del desierto.

-¡Dejate de palabrería!-interrumpí.

-Suerte....-dijo Eriel.

Mi gatito estaba en la mesa de piedra,no podía,era algo imposible,sin dejar de llorar lo golpeé y de el salió una luz que empezó a hacerle mas grande,ahora era un león,un precioso león.

-Penélope,diosa del mar,descendiente de Neptuno,reina de las aguas,grandiosa de las olas.

-Nunca se calla...

Saco su tridente y de el apareció una luz que iluminó a su bulldog,el perro empezó a crecer hasta coger la forma de un tiburón,había que meterlo en el agua.
-Eriel,diosa de la naturaleza,la alegría de los animales,reina de todo lo que nos rodea,grandiosa del bosque.

-¡Dejate de panplinas!

Eriel sacó su espada y hizo una herida a su ovejita,de ella apareció un oso polar.


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Después de una larga cena en el reino de Eriel,me sentía empachada y me tumbé en mi cama,encendí una lámpara.Vi a mi león en mi cama,pensé que sería salvaje como los que veíamos en películas y documentales,pero era manso como mi gatito.Seguidamente llego Tamaghnus,dijo que si haría las reuniones que tenía (Aburridas por cierto) hiriamos a un campamento.